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Mito: El cinturón electromagnético (electroestimulador) baja la grasa localizada del cuerpo”

¿Qué es el cinturón mágico y como trabaja?

La electroestimulación es un método entrenamiento estático de incremento de la fuerza denominado“isotónico”, uno de sus usos más frecuentes es la facilitación neuromuscular (FNM), esto permite reclutar mayor cantidad de fibras musculares de las que podríamos obtener de manera voluntaria en un entrenamiento dinámico.
Un cinturón, aparatos de electroestimulación o electromagnéticos, pueden producir tono muscular localizado (fuerza), es una forma de hacer ejercicios y sus resultados son estéticamente válidos, en la medida que la grasa esté baja en el cuerpo.
También es comúnmente usado como método de rehabilitación en lesiones.

Antes que nada debemos entender qué función cumplen las grasas, y donde se depositan?

Durante miles de años de evolución el animal humano se especializó en guardar energía para épocas de escasez, en distintas partes de su cuerpo.
El ATP y el CP que se acumulan en los músculos, el glucógeno que se acumula también en el hígado y la grasa que se acumula en el cuerpo en forma de tejido adiposo. 
    Nuestro cuerpo usa el ATP (adenosín-trifosfato) como única unidad de energía, pero    también, varios mecanismos de obtención de esa energía han evolucionado con nosotros:

La primera: y más rápida convierte el ATP almacenado en el mismo músculo ejercitado, en CP, por el proceso de degradación de la creatina. No necesita oxigeno y su activación es instantánea, pero su rango de funcionamiento no llega a los 20 segundos ( en los 8’’ alcanza su máximo)


La segunda: la glucólisis anaeróbica utiliza la glucosa que se encuentra en el citoplasma de la célula muscular, bien libre o almacenada en forma de glucógeno. Este proceso convierte esta fuente energética en ATP. También es en ausencia de oxígeno. Su activación es mas lenta pero dura mas tiempo que el proceso anterior, llegando a los dos minutos o dos minutos y medio.


La tercera: el organismo convierte el glucógeno o la glucosa al igual que en la forma anterior en ATP, pero ahora utiliza otra vía, el ciclo de Krebs, forma de procesado que tras varios pasos en los que se va generando mucha más energía (ATP). Su activación es más lenta que la anterior, pero su recorrido es muy largo, por si solo puede ser de hasta una hora o unos noventa minutos.

La cuarta: es este ultimo proceso el organismo utiliza como fuente energética las grasas acumuladas, se denomina metabolismo de los lípidos. La degradación de los ácidos grasos es la degradación de los triglicéridos porque es así como se almacenan. Implica 3 pasos diferentes: Movilización de triglicéridos, Introducción de los ácidos grasos en el orgánulo donde se degradarán (sólo en la mitocondria y la degradación de la molécula de ácidos grasos (oxidación de los ácidos grasos). Este proceso tiene una activación muy lenta, que algunos estudiosos llegan a cifrar entre 30 y 40 minutos. 


Toda esta complejidad para dejar asentado que el proceso de degradación de los lípidos, se desencadena por acción hormonal, cuando el glucógeno disminuye, se estimula la liberación de: Glucagón, Epinefrina, Norepinefrina, GH y Cortisol, otros factores explican el aumento en la lipolisis, como son: el flujo sanguíneo en el tejido adiposo, la concentración de lactato, los niveles de insulina, el flujo de la vía glucolítica. 


Todo es a nivel sanguíneo y nada puede hacerse para restringir la lipólisis a un sector determinado como pretenden los publicistas del cuerpo esculpido con electrodos.


Lo mejor es agotar eficientemente las etapas 1,2 y 3, y prolongar la 4ª hasta lograr 45’ a 60’ de actividad física, esto se logra utilizando al máximo los grandes grupos musculares combinando ejercicios aeróbicos con anaeróbicos.


Otras relaciones actividad-gasto energético: